LA PINTURA EN QUESTION

LUCIANA RAGO

 07 de Abril – 26 de Mayo 2017

Alianza Francesa de San Juan

El título de esta exposición toma prestada las palabras y también algunas referencias visuales de la primera muestra que realizó Supports – Surfaces en 1966, un movimiento pictórico francés que abordó con atención la relación entre pintura y escultura desde el lenguaje de la abstracción.
En esta propuesta reúno referencias de la historia del arte tan dispares como los pañuelos de Noel Dolla (Francia, 1945- ) -quien perteneció a este movimiento-, y las formas intuitivas y orgánicas de Geta Brătescu (Rumania 1926- ); a las que se suman referencias claves de la historia del arte argentino como Antonio Berni (Argentina 1905-1981) y fragmentos de poemas caligrafiados en antiguos rollos de pintura china (me refiero específicamente al título de la pieza “Caminar lejos es poco tiempo III”)
Todo comienza con los vestidos de Ramona Montiel, allí hay flores, lunares rojos, rojos muy diversos, roturas e hilachas, pero sobre todo hay belleza. Entonces me decido a mirar cada uno de los diseños de sus vestidos, esos vestidos que fueron testigos de tantas noches y –quizás– tantas injusticias. Al igual que los vestidos precarios y pintorescos que dieron origen a este trabajo, el resto de propuestas son también cosas, cosas que tienen derecho y revés, por eso pienso en tenderlas, suspenderlas, colgarlas y así convertirlas progresivamente en algo que está sucediendo en el espacio. Procuro incidir en el clásico estatuto pictórico a través de la modificación de sus modos de exhibición, de su presentación en tanto objeto-pintura.
Inicialmente mi trabajo me sedujo (y me sigue seduciendo) por su carácter táctil, por las superficies mate, semitransparentes y porosas, por su talante sereno y contemplativo. En esta propuesta esas superficies están cubierta por la pintura y el tema es toda esa superficie. Es la traducción de una idea o visión mental a un objeto material. En este sentido la pintura se presenta aquí como un modo de dotar de visibilidad a la experiencia y a la sensación.
En el montaje de cada una de los fragmentos de papel sobre el muro (que varían sutilmente en cada ocasión) reflexiono sobre lo azaroso de los pliegues en el soporte manchado, doblado y arrugado. El trabajo con el papel Wenzhou, soporte frágil y resistente al mismo tiempo, me permite llevar al límite sus posibilidades físicas, donde el esfuerzo y el rendimiento, así como las posibilidades de los materiales se definen expresivamente. En este proceso de manipulación el papel se convierte en escultura y la pintura en harapos, una huella melancólica provocada por la disposición de los fragmentos rasgados.
En “La pintura en question ” procuro de muy diversas maneras contribuir a la expansión y redefinición de los límites y modos de existencia de la pintura, lenguaje que considero un valioso instrumento de reflexión contemporánea.